Llega un nuevo año y con él esperanzas renovadas en la recuperación económica y las repercusiones que sobre el consumo interno de vino pudiera tener. Son muchos los expertos que auguran un 2014 lleno de éxitos económicos, incluso algunos llegan a atreverse a señalarlo como el del final de la crisis. Yo no voy a ser tan osado (me gustaría, pero luego me critican), pero sí estoy seguro de que va ser un buen año para el sector.
Los precios en origen podrían ser la cruz de la moneda, pero hasta ahora se están manteniendo en niveles aceptables. Lejos, muy lejos de los del pasado año, pero en niveles asumibles.
Y para que todo esto pueda reflejarse en las tasas de consumo interno, la Unión Europea publica cuatro reglamentos: Desarrollo Rural, Cuestiones horizontales, Pagos Directos y Organización Común de Mercado; más uno de Medidas transitorias. Encaminados a hacer un sector vitivinícola más competitivo, mediante la inclusión en los Programas Nacionales de Apoyo, por ejemplo, de la promoción y la innovación.
De este modo será posible dotar con fondos procedentes de los PAN, siempre y cuando el Estado Miembro (España tiene previsto hacerlo) lo incorpore en su Programa Nacional, aquellos planes que tengan por objeto inversiones tangibles e intangibles destinadas al desarrollo de nuevos productos, procedimientos y tecnologías relacionadas. Con ello se intenta mejorar la comercialización y competitividad de los productos vinícolas.
Problema de esto: que será necesaria la publicación del Real Decreto correspondiente que incorpore esta medida al Programa español y, lo menos bueno, que se hará a base de retraer fondos del resto de medidas, de una ficha financiera de 210,33 M€ que ya se vio disminuida como consecuencia de la salida de 142,75 M€ del Pago Único que se fueron al nuevo régimen de Pago Básico.
Eso sí habrá que ver de qué medida vamos a sacar los fondos pues la reconversión y reestructuración, que es la que mayor parte se lleva, está funcionando muy bien; la de promoción en terceros países excelentemente, y la de inversión es previsible que tras tantos años de freno por parte de las bodegas, haya llegado el momento de invertir algo en ellas.