Después de unos días en los que la camisa no nos llegaba al cuello, podemos decir que los efectos de las heladas ocurridas en el último fin de semana de abril no tendrán consecuencias para el conjunto de ninguna comarca española. Si bien existieron episodios aislados de temperaturas por debajo de cero en algunas zonas de las dos Castillas, el número de plantas afectadas apenas puede considerarse, manteniéndose intactas las previsiones de una buena cosecha.
Ya sea por esta circunstancia, o porque las cosechas del Hemisferio Sur han tendido hacia la normalidad, recuperando parte del volumen perdido en 2017; o sencillamente porque algunas de las operaciones cerradas al inicio de la campaña lo fueron por razones que distaban mucho ser estrictas operaciones comerciales, buscando subir los precios, especular, o sencillamente garantizarse unos volúmenes más allá de lo que han resultado sus necesidades… El hecho es que ya comienzan a conocerse operaciones que no serán retiradas, con el consiguiente quebranto en las cotizaciones.
Una buena noticia la encontramos al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, donde la Administración Trump ha anunciado una reducción de los impuestos para las bebidas con contenido alcohólico, entre las que se incluyen el vino, cerveza y licores; producidas por pequeños productores, y que afectará tanto a los productos nacionales como internacionales. Dándose la circunstancia que para su consideración de tamaño se tendrá en cuenta el volumen importado por Estados Unidos de cada uno de los elaboradores. De tal forma que una bodega de gran volumen de producción en España pero que exporte a Estados Unidos menos de dos millones ochocientos mil litros (750.000 galones) pagará 0,535 $/galón, mientras que si su volumen no supera los cuatrocientos noventa y dos mil litros (130.000 galones) el impuesto se verá reducido a diecisiete centavos por galón.
La cruz de la moneda la podríamos encontrar en el recorte anunciado por la Comisión Europea del presupuesto de la PAC para el próximo periodo y que podría poner en peligro los Planes Nacionales de Apoyo al Sector Vitivinícola. Situación que ya en su día anunciamos podría producirse y que, hasta la fecha, no ha cambiado más allá de ser más constantes los rumores que circulan en ese sentido; pero, de momento, sin sobrepasar esa barrera de lo probable.