Teniendo en cuenta que cada avance, estimación o nota de prensa que es publicada sobre la cosecha 2018/19 supone un nuevo incremento en la producción de la Unión Europea; casi mejor será que se limiten en el tiempo y queden reducidas a documentos testimoniales.
Hablando en serio, la información puede resultar abrumadora o, incluso, desconcertante, pero nunca excesiva. Lo sucedido este año con la cosecha está haciendo bueno ese dicho tan manido en el sector de que “cuando la cosecha es mayor, acaba siendo mucho mayor de lo esperado”. Y es que, desde el primer avance o estimación de producción publicada hemos ido aumentando, poco a poco la cosecha.
La última, publicada por la Comisión Europea y referenciada a 15 de febrero situaba la producción de vino y mosto 2018/19 en 182,7 Mhl (+27,1%), 176,82 (+28,2%) de vino y 5,88 (+12%) en mostos. De los que destaca especialmente el crecimiento en la categoría de “Otros vinos y mostos” (antiguos vinos de mesa) con unas declaraciones de producción de 45,6 Mhl y un crecimiento del 41,2%.
Los hay que han encontrado en estas estadísticas y, especialmente en la cifra dedicada a nuestro país con 49,2 Mhl (44,4 de vino y 4,8 Mhl de mosto), el motivo del desplome de sus cotizaciones. Otros lo han aderezado con la situación vivida en nuestros principales países compradores: Francia (+38%), Italia (+16%), Alemania (+43%), Portugal (-14%). E incluso los hay que se han atrevido a valorar la situación de “positiva” ante las grandes oportunidades que abren cosechas voluminosas.
Sea como fuere, cada uno cuenta la feria como le va.
Lo que sí parece una realidad inapelable es que los precios en origen se han desplomado y, lo que todavía es mucho peor, no parecemos haber tocado fondo. Habiendo puesto en evidencia todas nuestras debilidades, centradas especialmente en la comercialización de nuestra producción.
Castilla-La Mancha, productor de la mitad de toda la producción española, consciente como es de que a quien más afecta esta situación es a sus empresas y viticultores, anunció la puesta en marcha de un Plan Estratégico a dos meses de las elecciones. Por lo que habrá que esperar a ver cuánto de real y cuánto de electoralista hay en este anuncio. Pero, al menos, habrá que reconocerle la iniciativa y voluntad de abordar el problema de una forma colectiva y organizada.