Cuando ya parecía una realidad incuestionable que la cosecha 2023 de vino y mosto en España iba a situarse en el entorno de treinta y dos millones de hectolitros, muy por detrás de los treinta y nueve (39’645 Mhl) inicialmente previstos por el Ministerio en su avance del mes de junio. Sensación que venía avalada por las constantes rebajas que reflejan los diferentes avances del propio Ministerio y acorde a los realizados por otras organizaciones de productores en los meses siguientes; hasta llegar a las declaraciones ampliadas del Infovi correspondientes al mes de noviembre (que concretaba la cosecha en 31’915 Mhl, de vino en 28’237 millones de hectolitros mientras que la de mosto la dejaba en 3’678). El MAPA cambia ahora la tendencia y eleva su avance de producción de 30 de noviembre hasta los 4’746 millones de kilos y una producción total de vino, mosto fresco y mosto concentrado (convertido a hl) de 35.293.458 hl.
Diferencia considerable la que se aprecia entre las declaraciones de los productores reflejadas por el Infovi y la de los servicios técnicos del Ministerio a través de su avance de producción.
En lo que no parecen existir tantas discrepancias, es en valorar la situación que atraviesa nuestra viticultura y los efectos que sobre ella está teniendo la climatología y sus perspectivas de futuro como actividad empresarial rentable.
Si en la pasada edición acudíamos a los datos provisionales del Esyrce 2023 para poner en relieve la evolución del viñedo y su distribución en secano y regadío. Ahora es el informe “Suelo Agrario en España 2023”, elaborado por el servicio de Estudios de TINSA, empresa dedicada a la tasación inmobiliaria, el que, en sus páginas revela el mantenimiento del valor de la superficie cultivada en la mitad norte peninsular y reducciones, de distinta intensidad, en la mitad sur, con Castilla-La Mancha en tendencia ligeramente decreciente; Extremadura y Comunidad Valenciana, con tendencia a la baja y Castilla y León con fuertes incrementos del 10% desde 2015.
Otro de los temas sobre los que habrá que permanecer atentos es la intención de la ministra de Sanidad, Mónica García, de sacar adelante una Ley sobre el consumo de alcohol por menores de edad. Una iniciativa que ya fuera anunciada hace más de veinte años, en 2001, y que los diferentes Gobiernos no han conseguido hacer. Habrá que ver adónde lleva al sector vitivinícola ese objetivo de la nueva titular del Ministerio de “contribuir a un cambio cultural que modifique la percepción de riesgo del consumo de alcohol por menores de edad, a fin de reducirlo”. Siempre presa fácil en este tema y tan poco tenido en cuenta para iniciativas conjuntas que ayuden a alcanzar esa meta.