No se puede decir que el mercado haya reaccionado, al menos no de forma generalizada y para todos los vinos. Pero sí se nota cierto cambio en el ambiente. La total ausencia de interés, poco apoco va dando paso a tímidas consultas que pudieran acabaran cristalizando en pequeñas operaciones.
Desde luego, no es suficiente para poder decir que el mercado se va normalizando. Pero, lo que sí es, es mucho más de lo que sucedía apenas hace un par de semanas.
¿Las razones que justificarían este cambio? Pues variadas, pero seguro que tienen mucho que ver la pertinaz sequía, la brotación de la viña, la escasez de las lluvias que han caído, la solicitud firme de Extremadura de una destilación de crisis, los pasos dados adelante por el Gobierno de La Rioja… y alguna más que ahora mismo se puede estar escapando pero que, sin duda existe.
Problema, que no parecen suficientes para frenar los anuncios que algunas bodegas están aprovechando para hacer con respecto al cumplimiento de los contratos plurianuales de adquisición de uva que tenían firmados. O las demandas de las organizaciones agrarias a la autoridad competente, para que esté vigilante sobre el cumplimiento de la Ley de la Cadena de valor.
Tampoco es que las exportaciones hayan variado mucho el rumbo que vienen manteniendo en los últimos meses. La pérdida de volumen sigue siendo la tónica habitual, nada menos que un 9’4% en tasa interanual con respecto a febrero del 2022 si hablamos de vinos y del 13’3% si incluimos el resto de productos vitivinícolas. Con los vinos tranquilos a granel dejándose un 12’0% y los envasados un 9’5%.
Siendo de resaltar que son los vinos con indicación de calidad los que están sufriendo especialmente. Lo que vendría, si no a cuestionar, porque está claro que una parte muy importante de nuestras exportaciones lo son a granel sin indicación de calidad y son comercializados, en la inmensa mayoría, sin indicación de procedencia española; sí a reflexionar sobre el trabajo que habría que hacer por parte de todos, especialmente los Consejos Reguladores, pero también el Ministerio, ICEX, gobiernos regionales, incluso la misma Interprofesional, en los mercados exteriores en apoyo esta categoría de vinos que es la que lleva la marca España.