El pasado 11 de julio se reunía la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural para aprobar el reparto de las otras dos de las grandes medidas del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola Español (PASVE): inversiones y reestructuración y reconversión que, junto con la ya aprobada en la reunión del pasado mes de mayo de promoción en terceros países, acuerda la distribución territorial para el año 2023 de los fondos. Fuera de este reparto queda la destinada a la destilación de subproductos pues su asignación no está asignada a un criterio territorial, sino de producción.
Ciento siete millones cuatrocientos cuarenta y dos mil setecientos cincuenta y nueve (107.442.759) euros de los que la medida de reestructuración se lleva 69’709 millones de euros y la de inversiones 37’733; que se unen a los 51’717 de la de promoción. Un total de 159.160.433 euros con un reparto muy diferente por comunidades, según se trata de cada una de las medidas.
Así, mientras Castilla-La Mancha es la que más fondos recibirá 45’654 M€ (28’68%), la gran mayoría de ellos tendrá como destino la reestructuración y reconversión del viñedo (33’132 M€), mientras que para inversiones tan solo recibirá 9’662 y para promoción 2’859. Todo lo contrario que el País Vasco que con 13’944 M€ de dotación total (8’7%) de las ayudas, será el que más emplee en la promoción 10’763 (20’81%), 2’473 en inversiones y tan solo 0’708 en reestructuración y reconversión.
Algo más igualitario resulta el reparto de Castilla y León, que con sus 5’8 M€ (8’32%) en reestructuración, 7’519 (19’93%) en Inversiones y 7’687 M€ (14’86%) para promoción; se sitúa como la segunda Comunidad Autónoma por importe de ayuda total 21’006 (13’2%).
Más curioso resulta el caso de Cataluña y Extremadura, segunda y tercera en orden de producción. Pues si las ayudas destinadas a Cataluña serán el 10’35%, lo que supondrá poco menos de dieciséis millones y medio de euros; la medida a la que más fondos dedicarán será la de promoción, con prácticamente la mitad de sus fondos. Mientras que, en el caso de Extremadura, sucede todo lo contrario, pues los 7’7 millones (4’84%) van destinados prácticamente en su totalidad 6’416 M€ (83’32%) a la reestructuración.
Como puede verse, realidades muy diferentes de un sector que, lejos de poder pensar que evoluciona a un solo ritmo, presenta retos y posibilidades muy diversas.