Posiblemente si usted es una de esas bodegas que tantos problemas está teniendo para poder sacar las botellas que tanto le han costado vender; o de las que están recibiendo la llamada de sus proveedores (prácticamente de cualquier insumo) para decirle que los precios que le habían dado en su momento ahora no se los pueden respetar y que cuando necesite algo, llame primero para saber cuándo se lo pueden servir y a qué precio; que yo les diga que tenemos buenas noticias y que la recuperación está yendo bastante bien, podría sonarle a sorna. Y, créame que no hay nada más lejos de mi intención.
Es verdad que, entre crisis, pandemias, huelgas, inflación y guerras, el mundo está revuelto. ¡Qué digo revuelto! Está patas arriba y sus efectos sobre la economía están siendo muy graves e impredecibles. Tampoco es menos cierto que esto, más que probablemente, traerá consecuencias que van mucho más allá de ajustes de precios o caídas de consumo. Pero mientras esto llega (y sin olvidarnos de que debiéramos intentar adelantarnos a los problemas y definir el escenario en el que nos gustaría poder seguir trabajando), mi consejo sería que siguieran disfrutando de estos momentos que tanto les ha costado alcanzar.
Los datos del sector están recuperándose y las perspectivas, hasta ahora, siguen siendo muy buenas. Tan positivas como el estar en cifras récord de exportación o en nivel prepandémicos de consumo permitan calificarlas.
Superar los diez millones y medio de hectolitros como consumo aparente en enero, supuso un incremento del 16’6% sobre el mismo mes del año anterior, Excelente noticia, pero no tanto como que fueran los vinos envasados, los de mayor valor, los que crecieran un 17’2% o que el consumo se situara por encima de los 22 litros por persona y año.
Las existencias disminuyeron un 9’1% hasta los 56’585 Mhl frente los 62’275 del mismo mes del año anterior.
Y las exportaciones, ese gran balón de oxígeno de nuestro sector, allí donde vendemos cerca de tres veces lo que consumimos; superan los treinta y un millones de hectolitros (31’016 Mhl) y los tres mil trescientos millones de euros (3.323’8 M€) en salidas de productos vitivinícolas, un 17’4% y un 13’7%, respectivamente, de crecimiento con respecto el mismo mes del 2021 en Tasa Interanual (TAM). Crecimiento ligeramente inferior al 15’1% y 12’3% que respectivamente han aumentado nuestras exportaciones de vino hasta alcanzar los 23’065 Mhl y 2.906’6 millones de euros.
No dejemos que problemas que se escapan a nuestras posibilidades nos resten la satisfacción que nos pudieran proporcionar estas cifras en las que tanto y tanto trabajo hay.