Escuchadas las palabras del ministro Planas en la inauguración de la Feria Nacional del Vino (Fenavin) que se celebra estos días en Ciudad Real, podríamos concluir que sector y Administración van de la mano en la consecución de objetivos claros y concretos: calidad, organización y la mejora de la internacionalización.
Para alcanzar dichos objetivos ha señalado el importante papel que deben jugar las cooperativas, a las que ha definido como “ejemplos muy significativos de esa implicación”, poniendo en valor las figuras de calidad diferenciada; el papel que debe jugar la Interprofesional del Vino en conseguir “vender a buen precio” en los mercados, especialmente los internacionales, deseando un incremento de la presencia de nuestros vinos en los mercados nacionales, de la UE y, muy especialmente, emergentes de Asia, Oceanía y América Latina.
Una declaración de intenciones que, sin duda, suscriben todos los que conforman el sector aunque en sus palabras no se hayan mencionado los precios a los que los viticultores están cobrando la uva y las escasa rentabilidad que obtiene la gran mayoría de ellos. Tema que, nos consta, preocupa mucho a su Ministerio, y que solo ha sido abordado de una manera lateral a través de las cooperativas, las que, en su doble papel de productor y comercializador, han de ser las que hagan posible esa traslación de riqueza al sector primario. Dejando en el aire el importante papel que deberían jugar unos precios dignos de la uva en la solución al despoblamiento que están sufriendo nuestros pueblos.
Tampoco parece que los últimos datos publicados por el OEMV, referentes a las exportaciones al mes de febrero, en los que el precio medio del producto vitivinícola español en el acumulado en los dos primeros meses de este año se sitúa en 1,05 €/litro frente el 1,21 €/litro de hace un año (-13’22%); con gran estabilidad en los envasados, que apenas crecen un 0,6% en valor y 5% en volumen, con un precio medio de 2,22 €/litro frente a los 2,37 €/l del interanual; y de los Bag in Box que crecen espectacularmente en valor (+45,7%), volumen (+38,6%) y precio medio 1,39 €/litro frente a los 1,36 €/litro del interanual, pero cuyo peso en el conjunto apenas representa un uno con setenta y nueve por ciento en valor y uno con treinta y seis en volumen. Siendo la categoría de mayor peso, la del granel “puro”, la que más sufre en el precio con un aumento del 17,2% de su volumen pero una caída del 18,3% en el valor, dejando el precio medio en 0,42 €/litro frente los 0,55 €/litro del dato interanual.
Aunque viendo la evolución de los vinos con indicación de variedad y añada lo de poner en valor las figuras de calidad diferenciada podría merecer alguna consideración más profunda.
¿Que explicación se da a que el consumo de los vinos espumosos en el hogar haya caido un 13,84% en el interanual, segubn datos publicados en La Semana Vitivinícola?