La Comunidad Europea parece dispuesta a afrontar de manera más eficaz la volatilidad de los mercados y garantizar una mayor transparencia en la información del sector del Vino. Para ello acaba de anunciar que antes de finalizar el presente año habrá puesto en marcha un Observatorio del Mercado del Vino en la UE, que estará disponible online, proporcionando una amplia variedad de datos estadísticos de mercado, complementado con análisis de mercado e informes de perspectivas a corto y medio plazo.
Por otro lado, el ICEX ha decidido poner en marcha una campaña de comunicación de los vinos españoles en China, consistente en transmitir un mensaje de calidad y diversidad del vino español. Su gran potencial de crecimiento, el gran interés que están demostrando los chinos por la cultura del vino, convirtiéndolo en una bebida de moda, especialmente entre la gente joven y la clase media-alta. La situación de estudios como el desarrollado por la consultoría Wine Intelligence que lo sitúa como el cuarto mercado vitivinícola más interesante donde invertir (por aquello de valorar en su justa medida la información, digamos que España ocupa el puesto 21º, cinco menos que en el 2017); o el nada desdeñable dato de una bajada total en 2018 con respecto al año anterior de la exportación española del cuarenta y ocho por ciento, cifra que se eleva hasta el 86,3% de pérdida si nos referimos a los vinos a granel… Pueden ser algunas de las razones que hayan llevado a este organismo español a desarrollar una campaña cofinanciada con fondos procedentes de la Unión Europea en este país. Lástima que Chile y Australia, países con los que China tiene firmados tratados de libre comercio para el vino, hayan sabido aprovechar el fuerte incremento de nuestros precios hasta los 15,96 €/litro (+63’9%) para hacerse con una buena parte de esta categoría de vinos.
Y es que, tal y como era de esperar, las exportaciones españolas de vino en el 2018 han caído en volumen (-13,6%) y aumentado en valor (+1,9%) elevando el precio medio un 17,9% hasta situarlo en 1,47 €/litro. Nada que no previésemos, dado el reducido volumen que, en términos generales, presentaba la cosecha 2017 y lo abultada de la 2018.
Como siempre pasa en estos casos, opiniones las hay para todos los gustos y mientras algunos expertos valoran la evolución de nuestro mercado exterior de manera positiva, dadas las circunstancias; no podemos pasar por alto aquellos otros que ven una gran oportunidad perdida de abrir un hueco en el mercado y hacernos con una pequeña parte de esos clientes que compran vino español pero con marcas francesas o italianas.
Y aunque en las páginas interiores encontrarán una amplia y desglosada información de nuestras exportaciones, convendría retener algunos datos que nos ayudaran a comprender mejor la gran oportunidad perdida, y es que mientras en la categoría de vino tranquilo en la que mayor precio vendemos: tintos y rosados con D.O.P. envasados (3,80 €/litro), hemos crecido un 6,7%; en la de precio más bajo: blancos sin indicación a granel (0,50 €/litro) el crecimiento en el precio ha sido del 30,4%
¿Podemos concluir con esta información que somos un país del que abastecerse de vino barato y que mejorar nuestro posicionamiento en aquellas categorías de mayor valor añadido nos resulta muy complicado? Pues muy posiblemente sería una de las conclusiones que podríamos extraer de la experiencia de este año.
¿Se soluciona con campañas como la realizada por el ICEX en China para el 2019? Seguramente no, porque llegamos tarde, cuando todos los demás países se han hecho un hueco en un mercado potencialmente tan interesante. Pero también es cierto que si nunca hacemos nada, si seguimos manteniendo la misma política comercial (como país), nunca tendremos la posibilidad de mejorar.
¿Es lógico que el Rioja se exporte a un precio medio de 4,67 €/litro y el Cava a solo 3,19 €/litro, segun consta en la página 300 de La Semana Vitivinícola de 9 del corriente?