Posiblemente sea consecuencia de las vacaciones, periodo en el que mi mente debe haber quedado más ociosa que de costumbre, pero releyendo el magnífico extraordinario de estadísticas que publicamos antes de emprender este tiempo de descanso, no consigo evitar ponerme de los nervios ante tal falta de sensibilidad por parte del Ministerio de Agricultura en el trato que le da a este asunto. No es, ni tan siquiera, una cuestión de que resulten más o menos exactas, o que aborden asuntos de cierto calado, es que sencillamente no las publican o las que lo hacen son incompletas.
El mejor ejemplo de esta falta de interés por dotar al sector de una información adecuada (y para ello debe de cumplir con dos condiciones que son básicas: veracidad y actualidad); son las estadísticas que hacen referencia al consumo de vino en España.
En campañas como a la que nos enfrentamos, donde las previsiones apuntan hacia volúmenes muy superiores a los del año pasado y vaticinan serios problemas en la exportación; conocer los datos de consumo en nuestro mercado interno supone una información vital. Si además esa información fuera capaz de concretarnos lo que corresponde a hogar, horeca, venta directa y on line; y permitiera conocer cuánto de ese volumen lo han adquirido los millones y millones de turistas que nos visitan, a los que, dicho sea de paso, da gusto verlos en las terrazas de nuestros pueblos y ciudades con una botella de vino en la mesa disfrutando de la gastronomía, o simplemente del sol; ya sería perfecto.
Pero qué va. No solo esa información no está disponible, sino que la que lo está es tan imprecisa como inútil. Atreverse a publicar que en España apenas consumimos 4,847 millones de hectolitros de los 35,467 de vino y mosto elaborados según los avances, o los 31,835 de las declaraciones a treinta y uno de marzo en su “informe del consumo de alimentación en España 2017” (asumiendo que es un dato totalmente inexacto que se justifica por una “cuestión metodológica” al no incluirse el consumo de los turistas), es una muestra palpable de la falta de sensibilidad que se tiene con el sector.
Casi la misma que demostraron con las negociaciones imprescindibles que requiere la elección de un español al frente de la Dirección General de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
En fin, superado este primer calentón que, sin duda achaco al haber dispuesto de tantos días para poder darle vueltas, confío en que las cosas mejoren y algún día tengamos la oportunidad de conocer cuál ha sido el verdadero efecto de todos los esfuerzos que se están realizando por aumentar el consumo de vino en España.
Estimado Salvador,
Aunque los datos están dispersos, en la pagina Web del MAPA denominada Panel de consumo alimentario, cada mes publican datos sobre el consumo en hogares, sector HORECA, etc.
https://www.mapama.gob.es/es/alimentacion/temas/consumo-y-comercializacion-y-distribucion-alimentaria/panel-de-consumo-alimentario/
un saludo,