Hace unos pocos días hablábamos de la conveniencia de aprovechar la inercia del éxito obtenido por la campaña desarrollada por la OIVE “Marida mejor tu vida con vino” de cara a mejorar el consumo de vino y acercarlo a los nuevos consumidores y nuevos momentos de consumo.
Tuvimos la ocasión de comentar que solo desde la iniciativa privada es posible obtener éxitos empresariales que trasladar a la cadena de valor. Y para que eso fuera una realidad, lo primero que deberíamos hacer es contar con fuentes de información solventes y datos estadísticos actualizados. Cosa que, si bien ha mejorado mucho en los últimos años con la entrada en funcionamiento del Infovi y el tratamiento de las exportaciones y estudios por parte del OEMV; todavía presenta muchas cuestiones de mejora. Y, en especial, todas aquellas que están relacionadas con el consumo.
Tal y como está la prensa y la fuerte adaptación que ha supuesto para los medios off line la irrupción de cientos de personajes que no necesitan más formación que la básica y más herramienta que un teléfono móvil para difundir una noticia cuya veracidad y contraste apenas superaría la mención de la fuente; contar con estudios serios y reputados resulta fundamental en la calidad de la información que se trasmite.
Recientemente hemos visto publicadas diferentes notas de prensa que hacen referencia a que España se consolidaba como tercer productor mundial de vino. El problema es que no acababa aquí la nota de prensa emitida desde el propio organismo que elaboraba el informe, pues en él se hacía mención también al gasto (consumo y valor) por habitante en España tanto en hogares como fuera de ellos: “En España, el consumo per cápita de vino ha aumentado en los hogares (de 8,88 litros en 2015 a 9,07 en 2016), aunque el recorte de consumo fuera de casa (bares, restaurantes), que ha pasado de 4,52 litros a 3,86 litros, hace que el consumo total haya bajado de los 13,40 a 12,93 litros por habitante”.
Ante tal descalabro de consumo y estudiando con algo más de detalle el estudio “Panorama actual y perspectiva del sector vitivinícola 2017” de EAE, encontramos que en su tabla T5 indica un consumo para España en 2018 de 1.002 (millones de litros). Considerando que el mismo informe cita en su T12 que durante el 2016 el consumo en el hogar fue de 398,7 millones de litros y fuera del Hogar de 124,6 millones de litros. Existe un desfase de 478,7 millones de litros que me resulta especialmente preocupante. Ya que es incuestionable que la diferencia temporal (datos 2018 y 2016) no puede explicar tal desfase, cuyas razones se antojan pudieran encontrarse en otros usos, como pudiera ser lo vendido en e-commerce o el realizado por los extranjeros que nos visitan. Y que desde luego merecería una aclaración en pro de aquellos que se hacen eco sin entender muy bien lo que están contando.