Evolución de las vendimias

Nunca resulta sencillo hacer vaticinios, y menos aún si se trata de un producto agrícola como es la uva de vinificación. No obstante, todos los que de una manera u otra manera estamos relacionados con el sector vitivinícola, sabemos que estas semanas determinarán la evolución de la campaña 2017/18. Primero marcando la calidad de las diferentes utilizaciones que se le puede dar al zumo y, obtenidos los diferentes productos, el desarrollo de su mercado; con las naturales oscilaciones de sus cotizaciones y tensiones comerciales entre la propiedad y los industriales.

Decir que esta campaña difiere mucho de lo sucedido en años anteriores sería un tanto exagerado. Sin embargo, hay que reconocer que, a diferencia de otras campañas, en esta parece que la coincidencia sobre la consideración de una cosecha inferior, precios superiores, buena calidad del fruto y un importante adelanto generalizado en la fecha de vendimia son algunas de las cuestiones básicas que marcan la campaña y sobre las que todos muestran cierta unanimidad.

Como coincidencia se da en la consideración de que no están influyendo tanto en la evolución de las cotizaciones (hasta ahora conocidas) de las uvas las estimaciones de si nuestra cosecha puede acabar rondando los cuarenta o los treinta y ocho millones de hectolitros, como el hecho de que Francia o Italia se enfrenten a una vendimia con mermas iguales o superiores a las nuestras.

La seguridad de que nos enfrentamos a una cosecha europea muy baja (tanto que podrían producirse ciertas tensiones en los mercados internacionales) es lo que está haciendo que, salvo las habituales reclamaciones de los sindicatos agrarios exigiendo el cumplimiento de la Ley en la formalización de los contratos, los precios de las uvas hayan aumentado sin muchos problemas.

Aun con todo y con ello, sabemos, por experiencia, que no puede descartarse cualquier cambio brusco de escenario, ni que los resultados, cuando sean publicados de manera oficial los datos de la cosecha, acaben no siendo tan alarmantes como ahora mismo se consideran. Pero para eso habrá que esperar.

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