Con un inusitado adelanto, buena parte de la España vitivinícola, se encuentra ya con las vendimias generalizadas. Algo excepcional y fruto de las características del año agronómico que hemos vivido. El campo nos está hablando, nos grita y nos alerta sobre los cambios que el clima está sufriendo y no deberíamos obviarlo.
Conforme han ido pasando las semanas de recogida, con trabajos ya en julio en los puntos más tempranos de nuestra geografía, se han ido confirmando las previsiones de una menor producción. Las causas hay que buscarlas en la sequía que han padecido las regiones vitivinícolas y en las heladas de primavera que asolaron los viñedos de la parte norte del país. Luego, habrá que ver si los viñedos más jóvenes y vigorosos, implantados en las zonas más productivas de España y con el apoyo de riego, y que entrarán en producción en esta campaña son capaces de paliar (veremos en qué porcentaje) algo de esa merma, que podría dejar la producción española por debajo de los 38 Mhl.
Estos trabajos de recogida también han permitido constatar que la uva que está entrando en las bodegas muestra, en términos generales, una gran calidad y un estado sanitario óptimo, lo que redundará en la calidad de los vinos resultantes.
Y ante este escenario de menor producción (no solo en España, sino también en Francia e Italia) los grandes industriales han apostado por incrementar los precios a los que pagarán la uva esta vendimia. Las primeras tablillas hablan de aumentos de entre el 12 y el 20% según variedades en la zona de Valdepeñas. Algo que no es baladí, pues es la gran referencia que estaban esperando en otras zonas productoras para marcar los precios de inicio en esta campaña que se presenta prometedora. Buena vendimia a todos.