Llegan los meses estivales por antonomasia y parece como si a los operadores les entraran todos los temores y debieran comenzar a planificar una vendimia sobre la que todavía restan muchos acontecimientos que pueden marcar profundamente sus resultados.
Y no será porque no tenemos ejemplos bien recientes, el del año pasado sin irnos más lejos, en los que hemos tenido la oportunidad de comprobar cómo las previsiones que se manejaban en estas fechas, cambiaban radicalmente en agosto y septiembre, para moderarse sustancialmente con los datos ya reales de octubre y noviembre. Pero nada de todo eso cuenta. La memoria es frágil y el dinero que está en juego mucho como para pasar por alto previsiones de cosecha y estimaciones de cotizaciones.
De hecho, en el mercado de vinos, al que las heladas en el tercio norte (fundamentalmente) del mes de mayo le provocaron una primera reacción al alza, especialmente en tintos; en estos momentos, lejos de relajarse las tensiones, no han hecho sino trasladarse también a las cotizaciones de los blancos.
Concretar si el paso de las semanas en julio destensará el mercado o por el contrario hará más complicado encontrar quién esté dispuesto a ceder su producción es complicado y demasiado arriesgado como para plantearnos siquiera cualquiera de los escenarios posibles.
Lo que sí podemos decir, porque está perfectamente demostrado, es que las cotizaciones de los vinos de estas semanas previas a las vendimias marcan el precio de las uvas. Y aunque es previsible que sigan existiendo grandes diferencias entre zonas, todo parece indicar que serán superiores a las del año pasado. ¿Cuánto? No lo sabemos, porque aquí entran en juego otros aspectos más relacionados con estrategias comerciales de las bodegas, algunas de ellas con peso suficiente como para orientar el mercado, y lo sucedido el año pasado pudiera llevarles a mantener una postura mucho más conservadora. O, quién sabe, acabar rompiéndolo con precios agresivos. No lo sabemos.
El caso es que los operadores, a más de un mes de las primeras tareas de recolección y con unos datos de exportación que han supuesto un freno a las grandes alegrías que surgieron en los primeros meses de este año, comienzan a analizar los diferentes escenarios posibles y a darle la importancia que a su juicio cada uno merece.