Años en los que nos jugamos mucho

Ni por la elevada suma que representa (6.242,5 M€), ni por la función que desarrolla de reconversión y reestructuración, promoción en terceros países, inversiones, pago único, etc., el sector vitivinícola europeo está en disposición de prescindir de los Programas Nacionales de Apoyo a partir de 2018, cuando concluye el actual periodo 2014-2018. Los constantes anuncios de la Comisión Europea sobre la revisión del Marco Financiero Plurianual 2020-27, las consecuencias que pudiera tener el “Brexit” de Reino Unido previsto, a más tardar, para 2019; o la desviación de fondos que está suponiendo la política social (inmigración, refugiados, fronteras, crecimiento, empleo…) o medioambientales; hacen temer una reducción notable en los fondos destinados a la Política Agraria Común (PAC), que acaben teniendo importantes consecuencias sobre los Programas de Apoyo al Vino.

Dicho lo cual, al menos tenemos la voluntad política de la Comisión, anunciada por la coordinadora de estos Programas, Chiara Imperio, quien confirmó oficialmente que existe una “intencionalidad y voluntad política” de prorrogarlos durante un nuevo periodo (2019-2023). Así como que se alarguen hasta el 2020-21 los actuales a fin de garantizarnos su existencia, con independencia de lo que sucediera con el Marco Financiero 2020-27.

Pero si atentos habrá que estar a este tema en los próximos meses, no menos importancia demanda la situación competitiva de nuestro país. Asunto analizado por el OEMV en un informe para el Magrama y que bajo el título “La situación competitiva de los vinos españoles en el mundo y previsiones de evolución” fue presentado a representantes del sector y entre cuyas principales conclusiones destacaríamos que para un horizonte de 2025 España exportaría 31,8 Mhl por un valor de 4.174 M€, gracias a un precio medio de 1,48 €/litro, que tendría su explicación en un cambio del “mix” de producto, en el que aumentarían los vinos envasados hasta el 35,1% del total, los espumosos al 6,8% y reduciéndose los graneles al 58,1%, que aumentarían su precio gracias a pasar de graneles básicos y “anónimos” a varietales.

Confiemos en que la frialdad y escepticismo con los que fue recibida esta proyección por parte de una fracción importante de los presentes en la reunión entre Magrama y sector, tenga poco grado de cumplimiento y las dotes de analíticas del Observatorio se cumplan. Por el bien del sector.

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