Cooperativas acaba de hacer pública una nueva estimación de cosecha en la que rebaja sus expectativas iniciales en casi medio millón de hectolitros, cifrándola ahora en 41,13 como consecuencia de los calores que han venido imperando en este último mes de agosto y septiembre, así como las lluvias que han ido marcando este periodo y que, en algunos casos, han llegado acompañadas de granizo o fuertes inundaciones.
No es una variación de producción que deba tener mucha transcendencia en el mercado, especialmente cuando las cotizaciones que se van conociendo se sitúan, en el peor de los casos, en el mismo nivel que las del año pasado, y en otros muchos por encima, aunque no tanto y, especialmente en las principales variedades, como demandan las organizaciones agrarias, que exigen que los precios cubran, al menos, los costes de producción.
Las estimaciones que manejan las organizaciones agrarias, siguiendo la tónica de otros años, se sitúan ligeramente por debajo de estas. Así la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) ha realizado una previsión de vinos y mostos entre un 10 y un 15 por ciento menor que el pasado año, hasta situarse entre los treinta y ocho millones de hectolitros en el lado más conservador de una horquilla que llega hasta los 40 Mhl.
Por su parte, las cotizaciones de la uva que se van conociendo, confirman la tendencia de un ligero repunte sobre las del año pasado, algo más notable en aquellas variedades foráneas residuales y de apenas un cinco o diez por ciento para las de mayor implantación.