Adelantada y de calidad podrían ser las dos características que mejor definan la próxima vendimia del 2015. Una vendimia que está resultando bastante homogénea y está llamada a generar pocos problemas, pues aunque las previsiones apuntan hacia una cantidad mayor a la del año pasado y que podría llevar a situarnos en el entorno de los cuarenta y ocho millones de hectolitros, la lección aprendida en la campaña 2012/13 dejando descargar en las tolvas cualquier cosa, y las buenas condiciones bajo las que está madurando la uva; auguran vinos de muy buena calidad que serán fáciles de exportar.
Aunque no faltan quienes vean en la obligatoriedad de pagar las uvas a las bodegas en el plazo de treinta días a contar desde la descarga del último remolque de cada viticultor, o de la clasificación del vino por parte del correspondiente Consejo Regulador; un posible “problema” que lleve a algunas bodegas a optar por no elaborar y salir al mercado a comprar mostos o vinos con los que eludir esa condicionalidad.
Las grandes bodegas, no obstante, van ultimando los preparativos para una vendimia de gran calidad pero cuya precocidad podría ser histórica en algunas comarcas.La ausencia de lluvias y las altas temperaturas han permitido desarrollarse a la uva al margen de enfermedades fúngicas, presentando un estado sanitario admirable.
En Cataluña la uva presenta un excelente estado sanitario y se estima un adelanto sobre la fecha de vendimia que podría situarse para primeros de agosto o incluso finales de julio su inicio; previendo una cosecha más corta (entre un 10 y un 30%), según las variedades.
Cosecha muy buena en calidad y cantidad, con un adelanto entre 10 y 15 días sobre las fechas normales, son las previsiones que se manejan en Castilla-La Mancha, donde podría alcanzarse los 30 o 32 millones de hectolitros; siempre y cuando la sequía no afecte demasiado a las viñas en este tiempo.
En La Rioja se trabaja con un incremento con respecto al año pasado de entre un 10 y un 20 % en el ámbito de la citada Denominación de una uva de calidad extraordinaria favorecida por su extraordinaria sanidad y unas reservas hídricas buenas.
Otra de las zonas a destacar es Castilla y León, donde en Rueda el cuajado de la Verdejo ha ido muy bien, teniendo una evolución muy rápida del grano, y estimándose una cosecha buena, aunque aquí podría hacerse necesario el riego ya que estado hídrico de la vid es medio, tras las escasas precipitaciones. Lo que confían que redunde en una producción de gran calidad, mayor concentración en polifenoles, taninos y azúcares.
La ausencia de incidencias de plagas y enfermedades también permite disfrutar de unas excelentes perspectivas en el Marco de Jerez, con una cosecha media en producción, muy similar al año pasado, siempre y cuando no se prolonguen las altas temperaturas de los últimos días, lo que podría traducirse en una bajada de producción importante. Calculándose su inicio para mediados de agosto.
En Jumilla, “los viñedos están bien” y se espera una cosecha normal, es decir, podría ser un 30 o 40% superior a la del año pasado, que fue muy baja, mientras que la calidad es “buena”. No obstante, hay zonas afectadas por el pedrisco que tendrán menos cosecha, como es el caso de Fuenteálamo y Ontur.