Ya comprendo que tal y como está el mercado, con cotizaciones a la baja y las bodegas colapsadas, ante una vendimia que ha desbordado las previsiones más optimistas en Castilla-La Mancha, especialmente en la provincia de Ciudad Real; hablar de acuerdos entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Agricultura para mejorar la recogida de la información de las explotaciones agrarias, establecimientos, empresas industriales y mercados agrarios para la elaboración de las estadísticas agrarias, no sea lo que más les pueda interesar en estos momentos. Pero teniendo en cuenta que encontrarán amplia información de vendimia en las secciones dedicadas al efecto, merece la pena destacar el esfuerzo realizado por este organismo del Gobierno, al que tantas veces hemos criticado por su falta de información, y que parece haber tomado conciencia de la importancia que este tipo de datos tiene para el sector.
Es evidente que nos enfrentamos a una campaña difícil, muy voluminosa y con grandes diferencias entre las calidades de unas y otras partidas. Donde se han elaborado muchos productos “derivados” de las uvas de vinificación (mostos, alcoholes y vinagres) diferentes al vino, que deberán ayudarnos a mantener los precios en unos niveles de rentabilidad económica, pero que tirarán a la baja de sus cotizaciones mientras no pongamos un poco de orden en este maremágnum en el que nos estamos moviendo actualmente, con muchos rumores, algunas valoraciones, y pocos datos concretos.
No hay ninguna duda de que la evolución que tenga el mercado en los próximos meses dependerá, en gran medida, de lo que suceda con nuestras exportaciones, y que, además de las compras realizadas por franceses o italianos, habrá que encontrar nuevos destinos o recuperar algunos de los perdidos este año como consecuencia de una elevación “desproporcionada” (en mi opinión) de los precios.