Aunque todavía son pocas las provincias españolas donde los lagares han abierto sus puertas para recibir las uvas de la cosecha 2013/14, las estimaciones y valoraciones sobre lo que podrá acabar siendo la vendimia se suceden de manera precipitada.
Considerando los graves errores cometidos en las estimaciones que se realizaron en la anterior vendimia y los datos “oficiales” de las declaraciones de producción a los que finalmente nos hemos tenido que enfrentar en estos últimos meses, con consecuencias tan graves como el incumplimiento de una parte sustancial de los últimos contratos firmados; es natural que la prudencia sea extrema y nadie quiera ponerle el cascabel al gato. No obstante, sí podríamos decir que la de cuarenta y cuatro millones de hectolitros es la cifra que cuenta con mayores posibilidades sobre la que pivotar la cosecha. Volumen que nos devolvería a la situación de la campaña 2006, en la que se vendimiaron en España 43,659 Mhl y 172,252 Mhl en el total de la UE.
Respecto a los precios, las prudencias son todavía mayores y aunque podría resultar muy aventurado hablar de 2,5-2,7 pesetas por kilogrado para la Airén manchega, tomen nota de esta posibilidad porque parece ser es la que cuenta con la mejor posición de salida.
Aún a riesgo de parecer cansino, otro de los temas que es importante no perder de vista es el conflicto que tenemos abierto con China y el expediente anti-dumping y medidas anti-subvención que se ha iniciado contra los vinos europeos.
Las autoridades chinas han “elegido” aquellas bodegas que van a ser “estudiadas de una forma más concisa”: cuatro francesas y dos españolas.
¿Criterios para su elección?
En el caso francés una de las seleccionadas ha sido Castel Freres, lo que definiríamos como un “gigante” del negocio; en España, después de una revisión, Félix Solís y Cherubino Valsangiacomo; con siete y diez millones de litros exportados a China en 2012 respectivamente.
Claro está que esta elección podría deberse a la necesidad de dar curso a un trámite que deben continuar por cuestiones de apariencia, pero cuya resolución ya se ha adoptado, con el acuerdo al que llegaron semanas atrás en el tema de los aranceles a los paneles solares chinos.
Sea como sea, la cuestión es que, por parte del sector, esta elección ha sido tomada con cierta satisfacción y se considera que facilitará mucho la cancelación de un problema político que ha tomado al sector vinícola como rehén.