Ya comprendo que cada Denominación de Origen o colectividad es muy libre de elegir cuáles son las reglas con las que quiere jugar en el mercado; y sus empresas de acatarlas y adherirse a ellas. El problema viene cuando muchas de esas normas tienen su propia razón de ser en argumentos denostados y trastocados.
No vamos a descubrir nada nuevo si les digo que el vitivinícola puede ser uno de los sectores productivos en los que los cambios son más difíciles de realizar, precisamente por la gran carga de tradicionalidad que lleva implícita el propio vino. Aunque, a lo mejor, sí podría hacerlo si les digo que mientras nosotros seguimos mirándonos el ombligo, nuestros competidores se adaptan a los gustos y demandas de los consumidores. Pero tampoco esto es novedad. No al menos en estas páginas.
En las más de doscientas páginas que siguen a esta, van a tener ocasión de estudiar con detalle lo que ha sucedido con nuestro mercado exterior, sabrán cómo han evolucionado nuestras exportaciones por Denominaciones de Origen, pero también tendrán una visión más generalizada del conjunto que complementa a la perfección el caso particular de cada país de destino.
Si analizan con un poco de detalle una mínima parte de la información que les facilitamos en este número comprobarán que la situación va desde tipos de vino y mercados en los que apenas ha habido cambios con respecto a lo que ha venido sucediendo en años anteriores, a aquellos otros en los que prácticamente lo hemos perdido todo.
Desafortunadamente todavía hoy la gran mayoría de nuestras ventas son de vino a granel, por lo que hablar de presentaciones o tipos de envases podría sonarnos extraño o demasiado lejano. Pero algún día sustituiremos esa cisterna o contenedor por un envase con su presentación propia de la marca, generaremos valor añadido en el producto que nos permita la fidelización de los consumidores.
Los mercados evolucionan muy deprisa, las realidades de hoy son pasado en apenas cinco años. La distribución y canales de venta del vino pueden ser un buen ejemplo de lo que les estoy diciendo. Pero nosotros seguimos empeñados en manejar organizaciones con estructuras pesadas y excesivamente burocratizadas.