¿Un millón de hectolitros es mucho o poco? Debe ser una cantidad insignificante, ya que es la diferencia que hay entre los datos facilitados en las declaraciones de producción, publicados por el FEGA el 14 de abril, y el avance de superficie y producción publicado por el Magrama el día 11 de mayo y referidos a marzo de 2015. Disponer de 43.435.011,31 hl que es la cantidad de las declaraciones de producción, o 44.364.502 que se obtiene del avance, son disparidades que podríamos considerar como “normales” y sin ninguna capacidad de alterar un mercado que lleva meses estancado en sus cotizaciones.
Que no es que yo diga que ese estancamiento se justifique por la discrepancia entre las estadísticas según provengan de un organismo u otro, aunque los dos sean fuentes oficiales. Pero claro, si tenemos en cuenta que el primer objetivo que se ha marcado la Organización Interprofesional del Vino en España ha sido el modificar el procedimiento y periodicidad de las declaraciones para disponer de una información más fiable y actualizada, que consideran básica para poder desarrollar cualquier programa encaminado a recuperar el consumo interno y hacer posible la extensión de norma necesaria con la que dotarse de fondos; no deja de resultar curioso. O quizá es que yo sea un poco rarito y solo me lo resulte a mí, que semejantes situaciones puedan seguir produciéndose.
Y eso por no entrar en otras valoraciones más rebuscadas como podrían ser las diferencias que hay entre la estimación de noviembre (41.611.759 hl) y la de marzo a la que nos referíamos anteriormente. Casi tres millones de hectolitros a los que el sector deberá encontrarle acomodo.
Aunque, quizá, lo más preocupante, o lamentable, porque ya no sé muy bien dónde o en quién está el problema; es que ambos organismos son conscientes de la situación y de la poca fiabilidad que puede desprenderse de esta coyuntura. Y no son capaces, o no pueden, hacer nada por ponerle fin.
Amigo Salva,
es legítimo lo que reclamas, disponer de datos macro de nuestro sector en tienpo y forma. Por desgracia, la parte negativa de todo esto es que acaban siempre pagando los mismos: «otra» nueva declaración administrativa que les cae a las bodegas (la enésima!!!), porque en nuestro sector se le declara a toda el mundo, a menudo lo mismo pero repetidas veces (a la Comunidad, al Ministerio, a la UE, al fisco,….) y eso que seguimos (virgencita….) en régimen suspensivo y el vino no paga impuestos!!
Para que la interprofesión tenga sentido con respeto a lo declarado de recuperar el consumo interno, ha de dotarse de presupuesto y medios para invertir en comunicación y en conocimiento del mercado. Yo diría que no hay más que preguntar a los que saben..que se lo digan a Rafa, no?
Un abrazo y gracias por compartir con todos tu conocieminto de nuestro sector del vino.