Con unas existencias finales a 31 de diciembre en España de 47.009.062 de hectolitros de vino y 6.007.197 de mosto, según se desprende del Infovi (un 2,9% menos que el año pasado en vino y un 16,9% más en mosto), el Ministerio de Agricultura ha decidido, a instancia de algunas Comunidades Autónomas, activar la cosecha en verde por tercer ejercicio consecutivo, dotándola de 19,2 millones de euros. Una medida bajo la que se pretender “mejorar la situación del sector” y disminuir las “elevadas existencias” en prevención de una elevada cosecha 2025 que pudiera ocasionar problemas de almacenamiento.
Medida que, a tenor de tener que ser aplicada una campaña más (y ya serán tres consecutivas), no parece que haya tenido los efectos deseados sobre el mercado y la reducción de existencias. Pero que, además están por debajo de los 48.408.947 hl de vino al cierre de 2023, 54.791.795 hl con los que acabamos el 22, los 55.092.907 del 21 o los 58.843.290 del 20.
No ha sucedido lo mismo con los mostos, cuyo mercado está funcionando mucho mejor, como así lo demuestran los datos de exportación del 2024, que alcanzaron una cifra de 6.461.279 hl (24,3%) con respecto a los 5.199.735 de 2023 o los 5.210.360 del 22. Y cuyas existencias, en cambio han aumentado, consecuencia, precisamente, de esta buena marcha del mercado que ha llevado a muchas bodegas a desviar parte de su producción a este producto vitivinícola en lugar de vinificarlo.
Claro que si (como todo parece indicar) acaba siendo aprobado el documento presentado por el Ministerio de Sanidad “Buenas prácticas en las relaciones de la Administración pública con la industria de las bebidas alcohólicas” en el que se reemplazaría la mención “consumo excesivo de alcohol” por el de “consumo de alcohol”; se prohibiría las menciones de “consumo moderado” y “consumo responsable”; y se excluiría al sector vitivinícola de la interlocución y colaboración con las Administraciones Públicas en temas relacionados con el consumo abusivo de alcohol. Amén de abogarse por que se elimine el servicio de vino en cualquier evento organizado por la Administración…
Igual no deberían haber dotado con 19,2 M€ a la cosecha en verde, sino haber destinado los doscientos millones de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV) española al arranque de una viña cuya producción están haciendo lo imposible por cargarse.
¡¡¡Calla!!! Que, a lo mejor, lo que pretende la Ministra de Sanidad es que le vendamos a Trump el vino que no quiere que consumamos porque es perjudicial para nuestra salud.