El legislativo hace guiños al sector

Por fin, el Gobierno admite que también el viñedo y olivar deben poder acogerse a las ayudas extraordinarias para compensar las pérdidas de ingresos causadas por la guerra en Ucrania y la sequía; y, según una disposición adicional incluida en el proyecto de Ley de las pérdidas y el desperdicio alimentario, “establecerá en un plazo máximo de dos meses una ayuda”

En este mismo proyecto de ley, se modifica la Ley 24/2003, de 10 de julio, de la Viña y del Vino. En concreto, al valorar como infracción leve “la no utilización de una autorización de nueva plantación, de replantación o de conversión concedida, salvo en los casos fijados en la normativa nacional o de la Unión Europea”.

Asimismo, el Senado instaba recientemente al Gobierno a defender “de forma decidida al vino, a todo el sector vitivinícola que lo compone, y a nuestra rica tradición vitivinícola, reconociendo sus beneficios para la salud cuando se consume con moderación, su importancia económica y cultural, mientras se fomenta un consumo responsable y educado”. Así como a “apoyar medidas que protejan y promuevan la cultura del vino, garantizando al mismo tiempo la salud pública y el bienestar de nuestra sociedad, para lo cual proponemos, entre otras medidas culturales, sociales, saludables y sectoriales, implementar campañas divulgativas, que promuevan el conocimiento sobre la cultura e historia del vino; la comprensión de los beneficios y riesgos asociados al consumo de alcohol, y la promoción de hábitos de consumo responsable”.

En el ámbito comunitario, la Comisión Europea abrió el pasado 11 de diciembre y hasta el próximo 8 de enero una consulta pública sobre la ampliación del periodo de solicitud para obtener una autorización de replantación de viñedo, tras el arranque. El objetivo es que los viticultores cuenten con más tiempo para decidir la replantación, analizando si pueden replantar viñedo con una variedad diferente, por ejemplo, que sea más resistente a las enfermedades y mejor adaptada a la evolución de las condiciones climáticas y de la demanda de unos mercados cambiantes.

Mientras que, en términos estadísticos, el MAPA ha recortado considerablemente su previsión de producción de vino y mosto de la actual campaña 2024/25, rebajándola, con datos hasta el 31 de octubre, de los 37 millones de hectolitros de su estimación de finales de septiembre a 36.393.300 hectolitros; es decir, en algo más de 600.000 hectolitros respecto a entonces. La vendimia alcanzó algo más de 4,93 millones de toneladas de uva para transformación, con un aumento del 10,1% y 451.400 toneladas más con relación a la anterior (4.481.500 t), muy afectada por la sequía y por los episodios de exceso de calor.

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