Una de las consecuencias de la reforma de la PAC es, precisamente, la modificación del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola Español (PASVE), que pasará a denominarse Intervención Sectorial del Sector Vitivinícola Español (ISV) en 2024 y que verá reducida su ficha financiera a 202,15 millones de euros anuales.
Pues bien, el pasado día 4, el Ministerio de Agricultura elevó a consulta pública el proyecto de Real Decreto, cuyos objetivos serán la mejora de la sostenibilidad económica y la competitividad de los productores de vino; contribuir a la adaptación al cambio climático y a su mitigación, a la mejora de la sostenibilidad de los sistemas de producción y a la reducción de la huella ambiental del sector, en particular mediante ayudas a los productores de vino que reduzcan el uso de insumos y apliquen métodos y prácticas de cultivo más sostenibles para el medio ambiente.
La ISV perseguirá, además, la mejora del rendimiento de las empresas vitivinícolas y su adaptación a las demandas del mercado, así como aumentar su competitividad a largo plazo en lo que respecta a la producción y comercialización de productos vitivinícolas, incluidos el ahorro de energía, la eficiencia energética global y los procesos sostenibles.
También pretende contribuir a restablecer el equilibrio de la oferta y la demanda en el mercado vitivinícola de la UE para prevenir la crisis de mercado; mantener el uso de los subproductos de la vinificación con fines industriales y energéticos que garanticen la calidad del vino, al mismo tiempo que protegen el medio ambiente, así como mejorar la competitividad de los productos vitivinícolas en terceros países, lo que incluye la apertura y diversificación de los mercados vitivinícolas.
Los tipos de intervención elegidos seguirán siendo la reestructuración y reconversión del viñedo, las inversiones en instalaciones y estructuras comerciales, cosecha en verde (de manera excepcional), destilación de subproductos y la promoción en terceros países. Medida, esta última sobre la que se pondrá especial atención, ante la evidencia de la necesidad de mejorar el valor añadido de nuestra producción, con lo que hacer posible aumentar la rentabilidad de los viticultores.