Una recuperación empañada por misiles

Cuando los datos de consumo interno del mes de diciembre apuntaban hacia una recuperación que nos acercaba a los niveles prepandémicos con 10’446 millones de hectolitros y un consumo per cápita de 22 litros (casi un litro más que el año anterior y un aumento del 14’3%), y podíamos intuir grandes noticias para el sector, cuya recuperación se consolidaba y sobre la que quedaban pocas dudas, que no fueran aquellas referidas a dónde podría tener su techo (o, dicho de otra manera, si el cambio de los hábitos de consumo impuesto por las restricciones en el canal no alimentario acaba consolidándose y rompemos la barrera de los once millones que se alcanzaron en febrero del 2020); los datos de las exportaciones del 2021, no solo confirman esta recuperación sectorial, sino que, incluso, nos permiten aspirar a recobrar unos precios que, lamentablemente, siguen siendo la gran asignatura pendiente de nuestras bodegas.

Crecer un 16’5% en el volumen de productos vitivinícolas, alcanzando los 30’906 Mhl no es ninguna tontería. Que ese crecimiento sea del 13’9% cuando nos referimos solo a vinos (sin aromatizados, mostos ni vinagres) y estemos en cifras de 22’985 Mhl, nos sitúa en niveles históricos de los que nos deberíamos sentir satisfechos, ya que nos han permitido dar salida a una parte importante de nuestras existencias (casi cinco millones de hectolitros menos [60’232] -7’5%, de los stocks que teníamos en diciembre del 2021 [65’107]. Con un claro descenso en todos los tipos y categorías de vino, aunque con una clara mejoría en los blancos, que se reducían el 13’8% y el 2’0% si lo hacíamos de los envasados).

Situación que, aunque también ha tenido su traslación a los precios, aquí su impacto ha sido mucho menor. Ver los precios a los que están cotizando los vinos en las diferentes plazas españolas y la evolución que han seguido a lo largo de lo que llevamos de campaña. O los precios medios a los que se han cerrado las exportaciones: 1’06 €/litro (-4’8%) para todos los productos vitivinícolas o los 1’25 €/l de los vinos (-3’9%). Vienen a poner en evidencia el gran trabajo que todavía nos resta por hacer en esta especie de batalla por valorizar nuestros productos, con el cambio en el mix que ello requeriría. Desde los 0’35 €/l de los vinos a granel sin D.O.P./I.G.P.; hasta los 4’03 de los envasados con D.O.P., tenemos un gran camino que recorrer y un gran potencial de crecimiento.

Y como la dicha nunca puede ser completa, cuando parecía que empezábamos a salir de la crisis provocada por el Covid-19 y cuando las amenazas sobre los costes energéticos amenazaban con tasas de inflación que la ralentizaran; llega la invasión de Ucrania por parte de Putin. Una barbaridad en toda regla que nos traerá importantes consecuencias, mucho más allá de lo que representan ambos mercados (ucraniano y ruso) en nuestro comercio vitivinícola.

Deja una respuesta