Entre olas, cifras récord de contagios, subidas de precios, anuncio de revisiones al alza de los impuestos, los costes de la energía que se mantienen desbocados y los avisos del Banco Central Europeo de empezar a retirar los estímulos a los países del Euro en su política de enfriamiento de la economía… Las perspectivas para el recién iniciado 2022 no pueden ser peores. ¿O sí?
Porque podría darse que la paralización que lleva produciéndose en el mercado vinícola español se prolongara más allá de estas primeras semanas de año y la, tan ansiada, recuperación de la actividad y subida de los precios no acabara de llegar. Provocando una invasión de pesimismo que llevara a algunos operadores a ponerse nerviosos, comenzando con una peligrosa espiral de ventas a pérdidas que haría mucho más complicada la recuperación anunciada al inicio de la campaña, como consecuencia de la fuerte reducción de la cosecha a nivel europeo.
Pero, como es difícil que esto suceda, que la actividad comercial no aumente en número, volumen y precio, una vez superado este impasse que son siempre, las fiestas navideñas. Al menos esa es la idea que manejan las cooperativas vitivinícolas de Francia, Italia y España, aunque también se muestran muy preocupadas por los fuertes incrementos en los precios, ya se trate de los propios insumos (fertilizantes, fitosanitarios…), medios de producción (electricidad, vidrio, cartonajes, cierres, logísticos…) o los propios sueldos, con especial incidencia del salario mínimo interprofesional. Amenazando la estabilidad que todo mercado requiere para un buen funcionamiento y un correcto crecimiento.
Vamos a centrarnos en las modificaciones estructurales que se presentan y comencemos por destacar la publicación, el pasado 28 de diciembre de las resoluciones del Ministerio de Agricultura por las que se autoriza el mínimo legalmente establecido del 0,1% (946 hectáreas) de nueva superficie de viñedo para España en 2022. Excepción hecha de la D.O.Ca. Rioja, que se limita 0,1 ha y la prohibición de la conversión de derechos de plantación en autorizaciones. Similar situación al de las DD.OO. Cava y Rueda. Cien hectáreas en el caso de Ribera del Duero, donde sí se podrán convertir derechos de plantación y autorizar replantaciones; o dos y quince respectivamente para las DD.OO. Bizkaiko Txakolina y Getariako Txakolina.